Se define al cuidador/a como “aquella persona que asiste o cuida a otra afectada de cualquier tipo de discapacidad, minusvalía o incapacidad que le dificulta o impide el desarrollo normal de sus
actividades vitales cotidianas o de sus relaciones sociales” (Flórez y Andeva, 1997). Esta labor de ayuda, que es desempeñada de manera frecuente por familiares o personas cercanas que tienen un vínculo afectivo con la persona dependiente, resulta en ocasiones penosa porque supone una carga difícil de sobrellevar, no solo física sino también psicológica. Una experiencia prolongada en el tiempo que exige una reorganización familiar y laboral en función de las tareas de cuidar.